China: Declaración del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa

El 9 de enero pasado, el Santo Sínodo del Patriarcado de Constantinopla determinó las fronteras de la metropolía de Hong Kong, establecidas en 1996, comprendiendo en su conjunto a la República Popular China así como varios Estados del sudeste asiático. A causa de ello se declaró la creación de una nueva estructura diocesana en el territorio de la Iglesia Ortodoxa Autónoma de China.

El 15 de abril posterior, durante la reunión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que tuvo lugar en Moscú, fue adoptada una declaración crítica con este proceder (ver "De Ortodoxia").

El sitio de información francés sobre la cristiandad ortodoxa, "Orthodoxie", publica hoy al completo una traducción al francés de dicha declaración. El texto en castellano es el siguiente:

"El Santo Sínodo manifiesta con un profundo pesar que la decisión del Santo Sínodo del Patriarcado de Constantinopla, de 9 de enero de 2008, sobre la reorganización de la metropolía de Hong Kong de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla integrando en su conjunto el territorio de la República Popular China constituye un ataque al derecho de la Iglesia Ortodoxa Autónoma de China. Esta decisión ha sido adoptada unilateralmente, a espaldas de los fieles ortodoxos de China.

La actividad pastoral de la Iglesia Ortodoxa Rusa en China se inició en el siglo XVII, con la llegada a Pekín del presbítero ruso Maxim Leontiev. En 1713 establecimos la primera Misión Ortodoxa rusa en China. Es gracias a los misioneros rusos que la Ortodoxia penetró en tierra china.

La actitud leal de los fieles ortodoxos hacia las autoridades y costumbres chinas promovió la coexistencia pacífica de los fieles ortodoxos en el medio chino.

En 1902, por decisión titular del Santo Sínodo, el jefe de la XVIIIº Misión Eclesiástica Rusa en China, el arcipreste Innokentij Figourovski recibió el título de obispo de Pereslav.

La fundación de la Iglesia Ortodoxa China consolidada por la sangre de 222 mártires chinos muertos por causa de su fe cristiana en 1900 y canonizados por la decisión nº 2874 del Santo Sínodo del 22 de abril de 1902, tiene su continuidad con la creación en 1922 de la diócesis de Pekín, comprendiendo los vicariatos de Shangai y de Tianjin (rebautizada más tarde como Hankou), y la diócesis de Harbin, comprendiendo los vicariatos de Hailar y de Qiqihar. En 1934 el vicariato de Xinjiang se integró en la diócesis de Pekín.

Bajo decisión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa de 27 de diciembre de 1945 se constituyó sobre los territorios de China y de Corea una circunscripción metropolitana dirigida por el metropolitano de Harbin y de Asia del Este. Por decreto nº 664 de Su Santidad el Patriarca de Moscú y Toda Rusia, Alexis I, fechada el 11 de junio de 1946 y conforme a una decisión del Santo Sínodo esta circunscripción se reorganizó en el Exarcado de Asia del Este, comprendiendo las diócesis de Pekín, de Harbin, de Shangai, de Xinjiang y de Tianjin. En 1954 el Santo Sínodo hizo pasar al seno del Exarcado las iglesias que, con anterioridad, estaban bajo la gestión de la Misión Eclesiástica Rusa en China.

Bajo decisión del Santo Sínodo, de 23 de noviembre de 1956, todas las iglesias ortodoxas de China son puestas bajo la jurisdicción canónica de la Iglesia Ortodoxa de China que se convirtió en autónoma, con la aprobación de la elección de su primado por el Patriarca de Moscú y de Toda Rusia.

Esta decisión se efectuó el 30 de mayo de 1957, cuando en Moscú tuvo lugar la consagración ("chirotonia") del primado de la Iglesia Ortodoxa de China, Monseñor Basilio (Shuang), obispo de Pekín y de China.

No obstante, después del fallecimiento del obispo de Pekín, Basilio, en 1962, y luego del obispo de Shangai, Simeón, en 1965, la Iglesia Ortodoxa China quedó sin dirección episcopal. Las persecuciones que tuvieron lugar durante la "Revolución Cultural" hicieron imposible la vida eclesiástica normal.

Por decisión del 17 de febrero de 1997, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa decidió que, ya que en el presente la Iglesia Ortodoxa Autónoma China no tenía primado, hasta su elección por su Concilio conforme a los cánones ortodoxos, la solicitud canónica de sus fieles sería asegurada por el primado de la Iglesia madre, el Patriarca de Moscú y de Toda Rusia. El presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú es el encargado de las cuestiones prácticas concernientes a la organización de la vida ortodoxa en China.

Actualmente hay miles de creyentes ortodoxos en China. La inmensa mayoría viven en Pekín, Shangai, la provincia de Heilongjiang, y las regiones autónomas de Xinjiang y de Mongolia Interior. Después de un período de abandono, la Iglesia retoma su actividad, las iglesias ortodoxas están siendo restablecidas, estudiantes chinos cursan sus estudios en las escuelas eclesiásticas de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Desde hace varios años la Iglesia Ortodoxa Rusa mantiene un diálogo con ámbitos estatales y religiosos de la República Popular China en referencia a la normalización de la situación de los creyentes ortodoxos en China.

Por el bien y por la paz de la Iglesia, "nuestros padres teóforos han juzgado necesario mantener el uso de cada Iglesia" (VI Concilio Ecuménico, norma 39). Contrariamente a esta norma, así como a las normas: 39 de los Santos Apóstoles, a la norma 6 del Concilio Ecuménico, a la norma 2 del II Concilio Ecuménico y otros santos cánones de la Iglesia, contrariamente a la constanción de varios testimonios históricos, el Santo Sínodo de la Iglesia de Constantinopla ha decidio edificar sobre el fundamento de otro (Rom 15, 20), declarando a la China continental ser parte de su metropolía de Hong Kong.

Los seculares lazos espirituales de la Iglesia Ortodoxa Rusa con China (donde se construyó, gracias a los esfuerzos de la primera, decenas de iglesias ortodoxas, se traducen los libros religiosos y los cánones al chino, y se ha formado a los fieles en la piedad ortodoxa, quedando hasta su muerte como testigos de Nuestro Señor Jesucristo), obligan en este momento presente al Santo Sínodo a defender los derechos de los fieles de la Iglesia Ortodoxa de China (debilitada por pruebas difíciles) y a informar sobre la injusticia y la ilegalidad canónicas de la decisión del trono de Constantinopla, que supone una traba para la paz y el bienestar de las Santas Iglesias de Dios".

[Nota: El texto de la declaración en ruso puede verse en Patriarchia.ru. Imagen: Icono de San Metrophanes Mártir]