Comenzó con la celebración de la Divina Liturgia presidida por el metropolitano Cornelio de Tallinn y Toda Estonia, en la que estuvo acompañado por un gran número de miembros del clero de su Iglesia y de laicos participantes en el Concilio.
En el discurso inaugural, monseñor Cornelio presentó la actividad de la Iglesia de Estonia desde el último Concilio. El metropolitano puso el acento en la conciliaridad y en la confianza como únicos medios que deben ser utilizados para la resolución de las dificultades en la comunidad eclesial.
El jurista de la metropolía presentó por su parte el estado de la situación concerniente a la restitución de los lugares de culto a la Iglesia y enunció las perspectivas de modificación del estatuto de la Iglesia Ortodoxa Autónoma de Estonia.
Finalmente, los responsables de las comisiones eclesiales expusieron la actividad desarrollada en cada uno de los dominios respectivos y, especialmente, la labor desempeñada en la catequesis y la educación religiosa.
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