En una entrevista concedida al diario ruso NG-Religii, el arzobispo Marc de Berlín, Vicepresidente del Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa Fuera de las Fronteras, expresa su preocupación a propósito de la política de división desempeñada por el Patriarcado de Constantinopla en el seno de la diáspora ortodoxa. Particularmente se muestra inquieto por las relaciones entre los patriarcados de Constantinopla y de Moscú: "Tengo el sentimiento -dice Mons. Marc- que, en sus relaciones con el Patriarcado de Moscú, Constantinopla lleva a cabo una lucha que considero malsana y que está en contradicción con el espíritu mismo de la Ortodoxia. Es una vergüenza para la Ortodoxia a los ojos de otras confesiones cristianas. Esta actitud va en detrimento de todos. Constantinopla persigue sus propios intereses".Monseñor Marc estima que sería oportuno debatir las reivindicaciones jurisdiccionales de Constantinopla en el marco de un concilio panortodoxo: "Es indispensable dilucidar si Constantinopla dispone de derechos particulares en el seno de la Iglesia, saber en qué se fundamenta la voluntad de este Patriarcado de dirigir el conjunto de la diáspora ortodoxa, de arrogarse el papel de `Papa de Oriente´".
Monseñor Marc, igualmente, estima que la decisión de Constantinopla de aceptar en su jurisdicción a Monseñor Basilio (Osborne), que estaba a la cabeza de la diócesis de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Gran Bretaña, demuestra una arbitrariedad escandalosa.
A propósito del apoyo concedido por algunos representantes del Patriarcado de Constantinopla a los cismáticos en Ucrania, Monseñor Marc precisó: "No hay necesidad ninguna de conocer bien la política eclesial para advertir de que en este tema se trata únicamente de una elemental lucha por el poder".
No hay comentarios:
Publicar un comentario